jueves, 18 de febrero de 2016

El piano:

En medio de la noche.
De una noche de pesado silencio.
Y de luna de cristal.Cristal de frío hielo.
Resuena el palpitar de un piano.
Pues el piano es parte del corazón de su pianista.
Y un latido de marfil
golpea sus dedos con la fuerza de mil caballitos de sangre
galopando en un desierto de venas.
Un latido que esconde en cada pulso el sollozar triste,
de una melodía de notas negras.
Una melodía que es alarido de viuda
sobre una tumba abierta.
En medio de la noche,
De una noche perdida en el tiempo.
El palpitar de un piano dejo de sonar dentro de su pecho.
Pues parte de su corazón se quedo quieto.
Sobre el atril los pentágramas se vuelven mariposas
que caen muertas al suelo.
Y el metrónomo sobre la mesa solloza.
Solloza hundido en su silencio.
Silencio de triste luna. Silencio de llanto negro.
Las cuerdas de los violines rasgan las pupilas...

Un pianista a muerto.

2 comentarios:

  1. Sobre el atril los pentágramas se vuelven mariposas
    que caen muertas al suelo.


    Como siempre Debora, llena de magia en tu poesía ,perdón por no pasar seguido, ya sabes que tengo mucho trabajo,pero es hermoso leerte-
    Noe

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