He respirado hondo
contado hasta diez dentro de tu pecho.
Allí convertida
en flor sirena
me he dejado hundir lentamente
en el mar oculto de tu felicidad.
Y desprendiéndome
de la piel de mis metáforas
voy lentamente
dejando de ser humana
para convertirme en poesía.
La fantasía era, ser pequeño insecto de sangre
dormitando sobre tus lunares adolescentes.
Renacer una y mil veces
siendo una flor de ceniza en el jardín
de tu secreto.
Y al contar hasta 10, he comprendido
que la vida es ese instante
en el que te respiro el alma mientras dormimos.
Que lo demás es
una especie de sueño efímero.
En el que yo soy,
como esa polilla humana, conectada
al mecanismo de un reloj, llamado corazón.
Y que solo con la punta de tus pestañas
cortando las flores de mis venas,
será posible despertar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario