Cortaron tus manos,
Que extendía sus infinitos dedos hasta el cielo.
con una sierra de atardecer naranja.
la sangre de aquella jornada marchita
fluye por tus ramas.
Cortaron tus pies,
Que pisaban firmemente la tierra.
con un hacha de madrugada morada.
la sangre coagulada en tus raíces,
avanza como un mar de sangre fresca.
sobre la avenida abandonada.
Cortaron tu cuerpo antiguo
maltrecho por la fiera carcoma .
que devoraba tus entrañas con un suspiro afilado.
hasta consumir cada uno de tus latidos.
y tras el ultimo corte caíste muerto al suelo.
con una lagrima fría resbalando por tu cara.
y viendo a través de tus ojos verdes y vacíos,
como desaparece ante ti,
La nada.
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