sábado, 23 de agosto de 2014

Una pequeña muerte:

En el interior de mis latidos
se oculta, una pequeña muerte.
el pequeño tintinear de una campana de hielo.
resonando,dentro de una pupila.
una flor de barro que se deshace
dentro de un puño cerrado.
hasta volverse polvo
una espiral de mariposas revoloteando
dentro de mis venas.
En lo alto de un acantilado
Un san Sebastian, que tiene
doce estrellas de fuego atravesándole el pecho.
y por cuya herida fresca
beben  los apolíneos efebos desnudos,
que tienen los labios abiertos.
esperando saciar su sed de besos.
Dentro de mi retina
Se apago la dulce luna.
cegada por la niebla de las lagrimas.
Y dentro de sus cuadras;
diminutos caballitos salvajes,
perforaron con sus pezuñas de vapor,
las gruesas paredes del llanto.
donde murió, un niño invisible con el corazón en la mano.
En el interior de mis latidos
Una pequeña muerte.
Que es la muerte de una diminuta alondra,
que duerme acurrucada junto a sus trinos.
y la de una poeta
que es una flor de hielo consumiéndose lentamente
bajo el calor de la angustia
queriendo estar contigo.
Una pequeña muerte.
es la que siente mi corazón
cuando lo atravesaste por completo,
 con un millón de besos.
Aquellos que antaño se abrían como rosas,
con la primera gota de roció
Que mojaba sus labios por la mañana.
y que ahora son flor prensada
entre las paginas de un viejo libro.
Donde se muere de angustia la primavera
cuando sabe que ya  no tengo.
En el interior de mis latidos
Trotan un centenar de caballitos pequeños.
Haciendo que mi alma sangre,
y se abran las heridas de la nostalgia
recordándote que te tengo lejos.
En el interior de mis latidos
se oculta, una pequeña muerte.
y yo tan solo soy un fantasma que desea,
romper la barrera del mas allá.
Para poder tenerte una ultima noche conmigo.

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