Flores y guadañas
rodean mi corazón
como una alambrada interminable
de termitas oscuras
que cada noche me muerden las astillas
de mi alma.
La muerte tiene forma de pájaro.
La muerte tiene forma de lluvia.
La muerte jugaba entre tus ojos como un ciervo de sombra.
La muerte eran tus labios
siendo una polilla herida sobre mi frente.
La muerte, era tener mi piel en carne viva
y cupidos comiendo de mis heridas.
Oscuras dalias profanan mi cuerpo.
Y mariposas de niebla
comen el polen invisible de mis retinas congeladas.
Entre sangre, lagrimas, y arcadas de whisky
me voy consumiendo
siendo un suspiro en medio de un poema oscuro
que llevaba tu nombre.
 
No hay comentarios:
Publicar un comentario