La tierra tiene heridas en
su piel.
Unas heridas muy profundas,
Hechas con las afiladas uñas
de los arados.
La tierra sangra por sus
poros.
Pero su sangre es dulce como
el agua.
Una sangre que brota como
diminutos tallos
de sus heridas recién
abiertas.
El arado corta lentamente la tierra.
Mientras los bueyes arrastrando la
yunta
Van dejando a su paso lento
Huellas de plomo sobre los
campos.
Campos. que ocultan bajo su
superficie
Corazones que laten,
Con pulsos de aire
invisible. y sollozo entrecortado.
Puños campesinos se alzan,
como montes sobre el horizonte lejano.
Y los arados tienen en sus cuchillas la sangre.
la sangre dulce,
de la que beben los sembrados.
Puños campesinos se alzan,
como montes sobre el horizonte lejano.
Y los arados tienen en sus cuchillas la sangre.
la sangre dulce,
de la que beben los sembrados.
Hermosa ilustración. Me encanta "El arado" de Víctor Jara, pasé por curiosidad y me llevé un gran poema.
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