sábado, 20 de diciembre de 2014

La camisa....

Tengo la camisa blanca.
Manchada con la sangre derramada de los justos,
Heridas de una guerra
de la que yo no fui ni balas,ni aviación,ni trinchera,
solo un muro de corazones.
Donde quedaron gravado los cañonazos.
como ecos de otra época.


Tengo la camisa quemada.
por la rabiosa ceniza,
Que mordió las sienes de los niños.
que duermen acurrucados junto a los pechos calcinados
de sus madres muertas.

Tengo la camisa sucia.
De las miserias de los hombres.
y de los churretes de saliba seca
de los animales dormidos sobre sus vientres de paja.
Hasta consumirse en un sollozo.
Que tenga, arena  en su garganta,

Tengo la camisa rota.
por el filo de las lágrimas,
que perforaron los corazones de los esqueletos de barro.
que duermen en las cunetas.
Mirando con sus ojos abiertos,
la lluvia de metal que caen sobre su frente perforada.
y dentro de su boca entornada.

¡Madre!.ya no tengo camisa
porque era mi piel.
y yo me la rasgué, como hacen los gitanos.
para regar con mi sangre fresca.
como agua de un manantial fluyendo por mi espalda abierta.
Los campos de ceniza ,
En donde crecen las palomas de acero.
con las alas extendidas.

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