viernes, 28 de noviembre de 2014

Me duele la luna de Granada

Me duele la luna de Granada.
Que se me clavo en la frente.
por mi rostro chorrean luceros.
y el brillo de sus luciérnagas.
Dejan mis ojos ciego.

Estoy borracha de sus ríos,
y tengo resaca de sus noches.
dentro de mis ojos duerme,
El verde de sus vientos y de sus montes.


Sobre mi pecho
galopan caballos invisibles.
Que dejaron,sus herraduras marcadas
sobre mi piel de arena y agua.
Y dentro de mi corazón,
diminuta caja de música.
Se escucha el tic-tac de un metrónomo
que marca el ritmo de un piano
De cuyas teclas nace....
La melodía de la noche quieta.

Me duele la luna de Granada.
En cada lunar de mi cuerpo.
Como pequeños mordisquitos,
dados por el viento.

Tengo sobre mi lengua creciendo,
un campo de diminutos cerezos
recién nacidos color azucena
que lloran quieren rozar
la piel de la aurora con la punta de sus dedos.

Al oído, me susurra su silencio.
con una voz que oculta el cantar de su misterio.
de un misterio que se escapa por sus calles.
vestido de blanco.
Como un niño fantasma recién bautizado.

La ramas de sus arbustos,
son las cuerdas de una guitarra.
tocadas por las manos
de un guitarrista de nieblas y corrientes.
Mientras las hojas con su canto acompañan

Me duele la luna de Granada.
Que se me clavo en la frente
como un hermoso cristalito.
que atravesó mi realidad desdibujada.
y me hace sangrar sueños.

Un ramo de amapolas y azaleas,
crece. dentro de mi corazón abierto.
Como una torre que quiere rozar con sus hojas,
la fina piel del cielo.


Me duele la luna de Granada.
como una hermosa puñalada,
que atravesó con su  hoja mi pecho.
haciendo que me desangre
bajo la cúpula azul de su amanecer.
convertida en mil en luceros.

¡Que hermosa muerte seria!
ser corazón flotando sobre sus aguas.
Y noche sobre su techo.

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