Un portazo.
Un latido.
Un bomba invisible a punto de explotar.
El tiempo corre.
Vuela.
Los minutos se vuelven locos
y quieren cortarse las venas.
En tu habitación del pánico
lloras y te desgarras .
y gritas hasta romperte la piel del garganta.
Te sacas el corazón
lo pones sobre la mesa.
Lentamente te abres las muñecas
escribes una nota.
Los ojos se te congelan.
Las lagrimas se vuelven guadañas
y cortan las mejillas.
Un escalofrió recorre
tu espalda.
Y tu estomago se retuerce
como una serpiente
de sangre coagulada.
Tintinea una llave.
Y el pánico asoma por la cerradura.
Explota una granada emocional en tu pecho.
Y sangra miles de mariposas muertas
dentro de tu alma.
La angustia
disfrazada de beso con guadaña
esta muy cerca.
Y tras un beso con cicuta
se ocultaba
un titular macabro de periódico.
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