Una niña de trapo
con las arterias rotas
se desangra
en medio de un paisaje
calcinado por las ascuas de los sueños rotos.
Suena un eco de flautas rotas
en medio de un aula vacía.
Y las flores de plástico
pierden sus colores entre sollozos
de plastilina.
El tiempo convertido en polilla
vuela en círculos
dentro de un corazón calcinado.
La infancia
se desprendió de la piel
entre combas
y metralletas.
Y en medio de un campo de concentración
quedo pintado
el contorno borroso
de una rayuela.
No hay comentarios:
Publicar un comentario