El esqueleto de la flor

En medio de un jardín triste
y oscuramente regado por la sangre
de los muertos.
solloza el esqueleto de una flor.
Con sus raíces reducidas a la sombra
de un corazón que late
con su piel hundida en la tierra.
Y con sus hojas siendo dos guadañas
que cortan la melancolía del aire
llenando de lágrimas y calaveras
los contornos en donde el paisaje dibuja
su perfil de dolor negro.
Y llanto con las venas abiertas.
Su tallo de vertebras entrelazadas
recuerda a los gusanos transparentes
que cuelgan de las mejillas de los cadáveres
y a esa angustia
en forma de puñal de barro
que queda adherida en la garganta
Después del ultimo aliento.
Un estertor de bomba atómica nos recuerda.
que de angustia gris
también puede morir la naturaleza.