viernes, 23 de noviembre de 2018

Duele la inmensa sensación de vacío

Duele la inmensa sensación de vacío
que convierte el corazón
en una flor sin pétalos.
Y en un suspiro
que grita con el cortante aliento
de la angustia convertida
en un cristal en un nuestro pecho.
Haciéndonos sentir
el afilado dolor de la tristeza.
Cuando es tu alma una tumba abierta
donde resuena
el eco melancólico de un reloj
cuyo tíc tác de lágrimas
y ruiseñores de sombra gris
muerden nuestra sangre y nuestras venas.
Arrancando tiras de piel
a las mariposas muertas nuestra felicidad.
En medio de muestro ser
hay un pozo.
Y en medio de ese pozo
La flor cadavérica de nuestro corazón
tiene el tallo muy frío.
Y nosotros nos desangramos en heridas oscuras
que supuran por las grietas
de nuestras emociones
dejando tan solo la silueta recortada
de aquello que una vez,
fuimos.


A esta sensación de morir sin morir.
De sentir que te supuran los sollozos sobre las mejillas.
Y que la vida es un juego
donde tu eres el único peón de la partida.
Y que si caes del tablero
nadie te ayudara a levantarte.

Esa sensación,
se llama soledad.

Y cuando llega, sin ser buscada ni requerida.
Te va consumiendo lentamente
hasta dejarte siendo, una cascara de suspiros oscuros
que se consume
siendo esqueleto de sus lagrimas.
Y un palpito desgarrador
y frío.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Federico tras el espejo(Book trailer)

Entradas populares