la piel de una vela
ante el calor de la noche
y de la llama.
Desangrándose cera a cera
Y sangre a sangre
sobre el plato.
Así se consume mi corazón
Cuando se vuelve
un mausoleo de lunas muertas
y besos descarnados.
Siendo al igual
que el humo mortecino de la vela.
Un latido y su sombra.
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