El metrónomo de mi alma

El metrónomo de mi alma
marca el ritmo
con el que han de volar las mariposas muertas
de mi corazón.
Y la melodía que ha de entonar con su lira
el Orfeo oculto en mi sangre.
El metrónomo de mi alma no cesa
en su tic tac melancólico.
Que me recuerda el sonido sigiloso de mis lágrimas
al caer sobre mi poesía.
Y el roce frió y cortante
cuando el pétalo de una rosa de acero
acaricia mi mejilla.
Oscuro latido que palpita en el rincón mas secreto de mi ser.
Recordándome con cada tic tac
que la vida es esa macabra marcha fúnebre
hacia mi propio perfil oscuro
y silencioso.
Y que mas vale llorar por el asesinato lírico de la luna.
O por la rosa desangrada
sobre nuestras palidas mejillas.
Que por ese lejano amor
que dejo de escribir cartas hace mucho tiempo.
Porque soy poeta y al ritmo de mi muerte me devo.
Y ese ritmo lo marca
el metrónomo oculto de mi alma.
Y las mariposas muertas que agitando sus alas
me recuerdan
lo mucho que te quise y lo mucho que aún te quiero.