En esta noche mortecina

En esta noche mortecina
La luna. Es una polilla
que agoniza entre mis manos.
En esta noche
en la que el viento gime
con sollozos de violín
asesinado por las lágrimas.
Y en la que mi corazón
es una paloma roja con las alas arrancadas
Agonizando dentro de mi pecho.
En esta noche hundida en el silencio.
En la que yo soy
sombra oculta de mi misma.
Y en la que me sangran los poemas
por los poros de la piel.
En esta noche en la que se vela
el cadáver de la musa.
Y en la que la hay un coro de ángeles
llorando con lagrimas negras.
En esta noche.
En esta fatídica noche para el romanticismo
Fui testigo del asesinato del beso.
En esta noche mortecina
Me supuran cupidos a medio descomponer
del labio.
Y vi como las rapaces de la lujuria
devoraban vivo a Eros.
En esta oculta
en la que la luna fue esa polilla
que se apago entre mis manos.
Comprendí que las estrellas pueden ser puñales.
Y que se oculta una niña herida
en cada una de las teclas del piano.
Y comprendí  también
que el verso de amor mas hermoso
es aquel que nace
Cuando te cortas las emociones
con el pétalo de la rosa.
Y te dejas morir lentamente sobre la mesa.
Sosteniendo en una de tus manos
Una pluma estilográfica.
Y en la otra
el pistolón con el que suicido Larra.
En esta noche sin tregua
Comprendí a las bravas que ser romántica
no es beber sudor de hadas.
Y que es esperar a la dama muerte
con mis mejores galas.
Vivir con la sensación del antídoto y el veneno
dentro de mi garganta.
Y no saber si sera hoy o mañana
Cuando rozaras sus labios fríos.
Y acariciaras el desnudo de su alma.