Desplegar las alas.
Lanzarse al abismo
de lo desconocido
sin miedo a la caída.
Que el miedo
a perder las plumas rojas
de la espalda
no te impida
tocar la piel de la luna
con las yemas de los dedos.
El tic tac
resuena en tu corazón
como
una extraña emisora
de radio
repitiendo siempre la siempre canción
LIBERTAD.
Ese tic tac
es un eco distorsionado
que resuena
como un fantasma
dentro de tu pecho.
No puedes resistirte
a alzar el vuelo.
Sabes que no puedes hacerlo.
Algo te impulsa
al vacío,
Algo muy fuerte te obliga a desplegar
cada pluma de tus alas.
Es esa sensación de vacío
que se siente en el alma
cuando el corazón se vuelve polvo de cenizas
esparcido por los labios
del viento.
El amor es eso.
Lanzarse al abismo
con el pecho a ras de cielo
sin miedo a la caída.
Pues sabes
que si se fragmenta tu ser
en pequeños pedazos de piel rota por los besos
tendrás las plumas de tu alma
para poder alzar el vuelo.
