La lírica duele

Luz oscura.
Una flor de sangre
que mana de tu boca.
El tiempo caníbal
que nos muerde la piel del espíritu
con sus dientes.
Y la mariposa de alas calcinadas
que vuela dentro de nuestros ojos.
Miles de caballitos
dando golpes en mis venas.
La lagrima que corta
como un hilo de guadaña.
La emoción de sentir
que una montaña se abre dentro del pecho.
El dolor del parto
convertido en amanecer.
¿Y todavía me preguntas si duele
o no duele la lírica?
Claro que duele. Y duele mucho.
Pero duele mas aún
que no se te abra la carne en dos pequeñas islas
cuando la musa quiere besar
tu perfil oculto y dormido.
Con sus labios llenos de espinas y lunas
dejando cicatrices
que se queman dibujando palabras
en tus venas.
Si quiero que algo me duela hasta la muerte.
Que me duela el poema.