martes, 20 de noviembre de 2018

Borrosa nostalgia.

Borrosa nostalgia.
Desvanecida está la luna
que se proyectaba en el charco
como una borrosa diapositiva.
Y el reflejo blanquecino
del espíritu de mi inocencia.
Que ya tiene su sonrisa desgastada
por los años y por los sueños.
Que convertidos en colilla
se apagaron en mis azulados labios.
La noche se vuelve una película
que acelera a gran velocidad
delante de mis ojos.
O tal vez soy yo
la que camina demasiado despacio
Siguiendo ¿quien sabe?
Tal vez la ruta de cláxones y neones
hacia un futuro desconocido.
O hacia un pasado al que quisiera volver
para perderme allí.
Entre las calles pintadas de risas grises
y pavimentadas con lágrimas multicolores
que fueron derramas
hace mucho mucho tiempo.
La vida es una postal de infinitos veranos
que se difuminan.
Con las lagrimas que convertidas en velos
distorsionan la realidad oscura
dibujando una deformada alegría.

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