La mujer de sombra

La mujer de sombra caminaba descalza
por una calle de bilis y cristales rotos.
Las plantas de sus pies convertidas
en dos suelas de sangre
recorrían los caminos que llevaban
al viejo cabaret.
Mientras con sus manos
ya convertidas de huesos y uñas rotas
sostenían un consumido cigarro.
Y un ramo de rosas
cuyos pétalos eran cicatrices
de antiguas primaveras.
Sus ojos azules dos estrellas muertas.
Sus labios dos hilos rojo sangre.
Y sus mejillas hundidas
por las horas y por los besos.
Dos paramos donde se consumen
devorado por peces rosas del sexo.
Los esqueletos de sus primeros cupidos.
La mujer de sombra tiene
clavado en el corazón un casco de botella.
Y una garza herida de romance
en el monte de venus.
Las pestañas rotas de tanto cerrar los ojos
para cortar sus lagrimas.
Y los pechos cercenados por la espada del capital.
puestos sobre una bandeja.
La luna es una cortina rasgada.
Las luces de las farolas son;
puñales inquisitoriales que atraviesan
su espalda y su cabello.
Y por una calle repleta de bilis y cristales rotos.
Maria ''la mal amada''.
camina arrastrando las cadenas de sus amores
como un espíritu de piel y lagrimas.
por las calles de París.