Quiero dormir el sueño de las hojas...

Hay un centenar de palomas
en las cuencas de mis ojos.
Y una luna de cristal
resbalando por mis mejillas.
Cada noche las flores de la sangre
abren sus pétalos dentro de mi garganta.
Y enjambres de mariposas negras
vuelan alrededor de mi frente.
Buscando entre mis lunares
el cadáver transparente de mi fantasma niño.
Un tic tac de cristal y plomo
resuena dentro de mi pecho.
Y en esta oscura cueva de pieles y lágrimas secas.
Hay una jauría de perros
que tiene entre sus dientes restos de estrellas muertas.
Y todos los recuerdos que yo tenia
se volvieron alacranes de hielo y serpientes de ceniza.
Inyectando en mí el veneno de las horas
y de los recuerdos.
En la palma de mi mano herida por el pétalo del loto.
hay clavada la pluma del ángel.
Y una mariposa disecada.
Quiero dormir el sueño de las hojas.
Y el de las corrientes.
Y no el de la tierra seca sobre el perfil del muerto.
Acurrucadas están las palomas
en las cuencas de mis ojos.
Y la luna de cristal ya corto en dos
mi tierna mejilla.
Y yo, en este panteón de prosas que apuñalan  mis deseos.
Quiero vivir. Y no puedo.
Con las cuerdas del arpa sobre mis labios.
Y no con el plomo de la bala adherido a mis cabellos.