Un espíritu roto por la nostalgia.

Un puñetazo ardiente y homicida
en el centro del alma.
La raíz que se clava y se retuerce
como un taladro emocional
en lo mas profundo del pecho.
Millones de violines de cristal
cortando todas las lineas de la mano.
Y una lagrima que convertida en péndulo
corta nuestros parpados.
En pequeños pétalos de piel.
Nadie sabe como duele una ausencia forzada.
Un corazón desolado
destrozado por las bombas del adiós.
¡Nadie sabe que hay,  un cementerio besos
en medio de la piel muerta!
¡Nadie sabe del agónico vació del
convertida en sombra!
Nadie sabrá jamas como grita un espíritu
roto por la nostalgia.