Hace tiempo

Hace tiempo que mis palabras
las escribe la sangre.
Pero es que ya no me queda tinta
en las venas.
Ni corazón en el tintero.
Los versos que antes gritaban en voz blanca.
Hoy mueren en oscuro silencio.
La lírica ya es, una canción de réquiem
que suena detrás de los muros de mi alma.
Y es el romance una polilla y su mortaja.
Me consumo con el alma en carne viva.
Respirando el hedor cadavérico de la luna
y de la rosa malherida.
Y llorando lagrimas oscuras
en medio de un folio en blanco
que antes era lienzo vivo de mis poemas
y ahora paramo de soledades
para la musa y su calavera.