Se me abren las raíces de la sangre

Se me abren las raíces de la sangre,
Y germina un lirio negro entre mis venas.
Los pájaros de la melancolía
rompen mis huesos con sus garras.
Y me muerden con dentelladas violenta.
las larvas grises del ayer.
Dentro de mis ojos
hay una luna que se consume.
Y una canción infantil convertida en réquiem
para mis hadas mutiladas.
Las lagrimas mutilan mis emociones
Como astillas de cristal.
Y en mi piel hay un fragmento de noche herida.
Y un rosarios de emociones profanadas.
Soy una sombra solida
de mi propio reflejo melancólico.
Un fantasma. que vive con su corazón anclado al suelo.
Un ensoñación que solloza
puñales rojos y astillas de guitarras muertas.
Y hay en mis latidos,
Dormida una melodía doliente y amarga.
Que resuena cada noche,
repitiendo tu nombre como un eco que atraviesa
mi piel y mi alma.