Estruendo negro.

Estruendo negro.
Dolor de guerra.
Miles de calaveras y sus sombras
gritan con estruendo de bala
y de tormenta.
Un ladrillo roto.
Una ciudad que se consume
en medio de la ceniza y de la sangre seca.
La flor en el párpado de la viuda.
El contorno que dibuja la lágrima.
Y esa carta escrita con tinta y barro
que se pudre bajo la lluvia negra.
En un rincón oscuro
Un niño se mira las manos
convertidas en dos palomas disecadas.
Un perro lame y devora las pieles esparcidas
por las aceras.
Y hay una mujer que solloza
por que a dado a luz una cigüeña muerta.
Un silencio amargo.
Un hueso hundido en el cemento.
Aquella boca rota sobre los cristales esparcidos.
Y esa bala atravesada en el espejo.
Un grito que es un puñal.
Perfora las calles,los edificios y las carreteras.
Como un puñal invisible y violento.
En la torre suenan tres campanas rojas.
Y luego un lapidario silencio.
En medio de una plaza
asediada por los escuadrones metálicos
y por el ejercito del acero.
Hay un millón de camisas colgadas de los tejados.
Restos de leche materna que supura
por la fachada.
Y una cámara de fotos que es cadáver y sombra
De su propia alma.
Llanto de hueso.
Dolor de carne hundida en las venas.
Ceniza,metralla y piedra.
Lluvia de plomo y fuego.
Una mano que araña otra mano
en un intento por no separar carne y piel.
Vida y muerte.
Lagrimas,arcadas y corazones
Esparcidas por la trinchera.
En medio de los escombros.
Y de las paredes.
Hay un oso de peluche que tiene sus ojos vendados
y sus entrañas abiertas.
Una niña que dormida en una fosa común
llora plomo y restos de tierra.
Las horas se vuelven larvas.
Los días gusanos hambrientos de cadáveres
y de raíces fosilizadas.
Y una bandada de buitres mecánicos
vuelan alrededor de las ciudades y de los pueblos.

buscando entre los escombros
la carroña que deja las banderas y los discursos muertos.
Suena una sirena ronca.
Retumba una coz de solido azufre.
Y los últimos supervivientes
Caminan sonámbulos hacia un exilio forzado.
llevando dentro de sus maletas,
Una foto de cuando todavia estaban vivos
oculta entre sus mortajas y cadenas.