Noche de la luna virginal.

Serenidad blanca.
Pureza virginal bajo el desnudo
de la luna.
En una pequeña habitación de hotel
sueña un corazón
y una carta de amor sobre la mesa.
Y caen las horas
Y los suspiros de las alondras
sobre un lecho de pieles y labios
tendidos sobre una laderas de sabanas.
Y sobre los ojos de dos sombras
unidas por el hilo
de un amor que es locura azul
y rosas maniatadas.
Noche pálida y eterna
En una ciudad que tiene
Una mariposa oculta en sus ojos.
Y que duerme y sueña
Con el secreto mas intimo de la belleza pura
oculto en el alma.
Y el sexo.
Resuena un coro de violines de humo
detrás de los faroles.
Y de las gotas del rocío.
En el silencio mas secreto del poema
hay dos flores que respiran.
Dos palomas de sangre que abren sus alas
en un cúpula de lunares
y pestañas.
Taimado vaivén de luces
bailando la danza de los juncos sobre el agua.
Serenidad blanca.
Pureza virginal bajo el desnudo
de la luna.
En una pequeña habitación de hotel
Una paloma.
Y una rosa.
Se destrozan mutuamente
en una lucha de pasión y de belleza.
Dejando tan solo un pétalo y una pluma
sobre la cama.