Noche de cupidos fríos.

Noche silenciosa.
Noche de cupidos fríos.
En mi corazón hay
un coro de violines que tocan.
Y un manojo de ángeles
que cantan ocultos entre mis venas.
Cada noche la luna se pone intima
como una mariposa dormida
cerca del agua.
Y yo soñare un sueño de amapolas y labios.
En campo de amores
previamente deshojados.
Pasaran las horas y los suspiros
entre el rojo de la manzana
y la virginidad del río.
Y yo quisiera ser
una flor de nieve sobre tus parpados.
Para poder saber lo que siente una lágrima
cuando te acaricia.
Una mariposa de humo
que ronde cerca de tus sabanas.
Y esa niña de cristal
Que vive oculta en tu sonrisa.
Ay amor. Amor oculto,amor mio.
Si pudiera me arrancaría de golpe
este negra melodía del pecho.
Y dejaría mi corazón sobre una hoja en blanco.
Para escribir con mi sangre
Un poema que sea espíritu y carne.
Cuando lo roces con las yemas de tus dedos.
Pero me puede el miedo.
Ese miedo de que mi dulce martirio no dure siempre.
Miedo de que se callen los violines.
Miedo de misma, miedo de quererte.
Cada noche le rezo
a la roja constelación del amante
hermosamente martirizado.
Para cuando mi alma muera de duda y de pena
poder resucitar siendo un latido azul
en un mar de pupilas
en donde yacen todos los dioses que fueron
apuñalados por el beso.