Floto en un mar de lagrimas y sangre

Floto en un mar de lagrimas y sangre
Junto a una orilla de pistolas y cadenas
Con mi pecho consumido
por las horas oscuras y por las hormigas.
Y con mis  dos manos amputadas
por la hoja de la biblia.
Clavadas en la arena.
Como dos cruces señalando
el lugar de la ultima guerra.
Mi corazón sobre la espuma
es aquella rosa reducida al plástico de su aroma.
Y mis ojos las estrellas tristes
que no supieron del nacimiento de la luna
ni de la belleza oculta
en unos labios arañados por el beso.
Hoy me duele mas la vida.
que la puñalada silenciosa de un amor.
Y tengo una bomba de cristales
detonando en mi garganta.
En mis ojos crece el árbol de los cien años.
Y entre sus ramas florecen
relojes de arena y pequeñas calaveras.
Y siento una profunda dentellada oscura
en lo mas hondo de mis entrañas.
Soy ese naufrago devorado por su sombra.
El triste suspiro de un esqueleto.
En cuya boca de marfil
germina una azucena de alquitrán
y un rosario negro.
Y esa muñeca de trapo
que ya no tiene lana por pelo.
Sino miles de gusanos.
En mis parpados hay escrito con tierra y ceniza
la palabra hambre.
Floto en un mar de lágrimas y sangre.
Con todo mi ser consumido por la espuma.
Esa espuma que oculta bajo su piel
Dentaduras y vertebras  de niños.
Y vientres fecundos de mujer.
Porque yo misma soy corriente de ese mar.
Ese mar donde la muerte
empuja junto a sus olas cadenas y pistolas.
Ese mar llamado mediterráneo.