Tengo un dolor en mi frente...

Tengo un dolor en mi frente
por donde florecen las azucenas.
Y una luna negra clavada en la boca
que me sangra cada varios años
Con resplandores de luciérnagas tartamudas.
Sobre mi pecho herido se posa
la oscura paloma de mi melancolía.
Y una mariposa duerme en mis ojos
el sueño ultimo de su primera muerte.
Mi corazón es una amapola mutilada.
Por la afilada cuchillada del llanto.
Y un millar de violines resuenan
con estruendos de navaja y tierra
sobre la palma de mi mano.
Hoy la lágrima es una serpiente oscura
clavando sus colmillos
en mi mejillas recién cortadas.
Y siento en lo mas profundo de mis párpados
la dentadura oscura del caballo.
Y el peso de la noche
cuando el cielo se vuelve plomo.
Y son las estrellas casquillos de bala cayendo
sobre mi mutilado costado.
Cada hora me supuran alacranes y ceniza
de las yemas de los dedos.
Y siento como las azucenas de mi frente
se vuelven bocas de niños.
Niños que gritan hasta romperse las gargantas
en mil pedacitos de sangre.
Y que arañan mi frente herida
con sus profundas raíces de pan y guerras.
Sobre mis párpados
hay posada una mariposa de barro y tela
que es devorada viva
por una marabunta de hormigas color oro.
Y bajo mi calavera la sonrisa ultima
de una adolescente muerta.
Hoy mis lunares se vuelven pequeñas cruces
en el cementerio de los sin nombres.
Y yo soy un campo de minas
Donde crecen los diminutos arboles sin sombra
Cuyas hojas oscuras ocultan,
Cientos de corazones de metralla.
Y manos de maestros colgando entre sus ramas.
Hoy la vida es un corazón sin manzana.
Un corazón que se vuelve barro.
Y cuyos latidos suenan y resuenan
en medio de un páramo repleto de  plomo y de calaveras.
como un eco telúrico
Atrapado en la entrañas la madre tierra.